La alta tasa de desempleo que nos golpea con dureza (un 24,3 % según los últimos datos estadisticos), no sólo es una mala notícia económica sino también, médica.
Numerosos estudios han revelado que la
pérdida de empleo, en primer lugar, y la situación de estar desempleado por un
periodo de larga duración, en segundo lugar, tienen efectos nocivos para la
salud física y mental de las personas que la padecen.
Hoy vamos a contaros los 7 cambios no
beneficiosos, más comunes en estas situaciones tan desagradables.
Aunque esperamos que no las experimentéis nunca, pensamos que no está de más conocerlas, ¿no os parece?
1.
Negación de la situación
Esta actitud aparece durante las primeras
semanas o primeros meses de desempleo. La persona parada afronta la situación,
negándola y lo manifiesta con acciones propias de “estar de vacaciones”. Así,
dedica un mayor tiempo al ocio o a todas esas tareas que solía dejar para el
tiempo libre como por ejemplo, las reparaciones en el hogar.
2.
La búsqueda fallida
La búsqueda de trabajo suele ser afrontada
con energía pero si ésta no genera respuesta es cuando se producen los cambios
negativos en el individuo. En esta fase, el desempleado puede experimentar una transición
a estados de congoja, aflicción y angustia, puesto que ve que sus esfuerzos no
obtienen la recompensa esperada.
3.
La obsesión
Se experimenta un cierto comportamiento
obsesivo de búsqueda intensa de empleo, motivada por problemas económicos o por
riesgo a sufrirlos, lo que desemboca en agotamiento y desolación. El
comportamiento obsesivo no mejora la búsqueda de empleo ni la hacer más
efectiva, porque desequilibra el bienestar físico y psíquico de la persona.
4. La resignación
La falta de respuestas y la prolongación de la situación de inactividad
laboral, acaban haciendo mella en la autoestima, generando síntomas de
depresión y apatía. Se produce una reducción de la búsqueda de empleo y las
relaciones sociales y familiares se resienten.
5. La pérdida de identidad
El trabajo no sólo es un medio económico para vivir, sino que las
relaciones interpersonales que se establecen así como la propia función que se
desempeña en una determinada organización, cumplen un importante papel en la
definición de nuestra identidad como individuos. A través de él, desarrollamos
aptitudes, capacidades y aunque en ocasiones nos quejamos de la rutina que nos
proporciona, paradójicamente es esta rutina la que nos da esa
sensación de ser parte de algo y cumplir una función dentro de nuestro entorno.
Estar desempleado por un largo periodo de tiempo hace reflexionar a los
individuos acerca de quienes son, una situación que genera tensiones y
pensamientos que debilitan la propia autoestima.
6. Modificación
de los hábitos y los estilos de vida
El desempleado puede llegar a estar muy debilitado
psicológicamente. Esta circunstancia puede hacerlo mucho más vulnerable a
hábitos nocivos como dietas restrictivas o poco saludables o a adicciones como
el tabaquismo o el alcoholismo o incluso, a padecer trastornos del sueño.
7. El
desprecio a uno mismo
En las personas más vulnerables pueden
producirse sentimientos de culpabilidad ante la situación, que les llevan a
desvalorizarse como profesionales y también, como personas. Llegados a este
punto, las investigaciones alertan de que estas modificaciones de actitud
desembocan en muchos casos en depresión y en los casos más graves, en
pensamientos de muerte o suicidio. En este punto, cabe señalar, que el suicidio
es tres veces mayor en personas desempleadas que en trabajadores en activo.
Dicho todo esto, desde Clinica Barrachina queremos apuntar que la incidencia de estos cambios puede ser mayor o menor,
dependiendo de la actitud de la persona, de su fortaleza psicológica para
sobrellevar la situación y por supuesto, de si tiene una baja o alta
autoestima. No tener un trabajo es una situación difícil pero no tiene por qué
ser traumática si nos lo proponemos. Cabe decir, también, que la actitud
positiva y el apoyo de los familiares y amigos es tan determinante, como la
propia del desempleado. Aunque, como siempre os recordamos, los profesionales
médicos están ahí, cuando este tipo de situaciones nos sobrepasan, para ser ése
estímulo que, a veces nos falta para superarlos.
Esperamos que esta información os haya sido útil,
tengáis trabajo o no.
¡Ánimo y buenas tardes!
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