Un estudio elaborado
por la Unidad de Tabaquismo de la
Universidad de Santiago de Compostela revela que el consumo de tabaco entre
las mujeres españolas se incrementa día tras día.
Dicho estudio analiza
la evolución del tabaquismo en España,
afirmando que la evolución en el consumo femenino de tabaco es muy diferente al
masculino. Antes de la Segunda Guerra
Mundial, la mujer apenas fumaba en los países desarrollados, siendo el hombre
el consumidor predominante del tabaco. Sin embargo, los cambios sociales que
trajeron los años 50 y 60,
respectivamente, modificaron esta tendencia. La mujer se incorporó al mundo
laboral, marcando el inicio de los movimientos de emancipación e igualdad de
género, lo que propició la introducción del tabaco en la vida de muchas mujeres
de nuestro país.
Aquí empieza una
relación, que continúa siendo muy sólida, pese a que provoca la muerte de medio millón de mujeres cada año y a
que es la causa evitable de muerte
prematura más importante en los países desarrollados.
Otro dato muy
preocupante es el relativo a la edad cada vez más prematura de las fumadoras.
En nuestro país, las más jóvenes son las
que lideran el consumo de tabaco, consumo que es equiparable o incluso superior al de los varones.
De hecho, el 15,5% de las adolescentes españolas ya
fuman habitualmente a los 15 años de edad frente al 11% de los varones.
Hoy en nuestro blog,
vamos a analizar las razones que llevan a las mujeres a continuar fumando así
como los aspectos que más dificultan la deshabituación tabaquica entre las
fumadoras.
Motivadas, pese a conocer los riesgos
La mayoría de las
fumadoras conocen los efectos nocivos del tabaco, incluso se consideran a sí
mismas adictas o sienten aversión al tabaco. Sin embargo, diversos estudios han
comprobado los efectos físicos,
psicológicos y sociales que provocan los cigarrillos y que son
precisamente, los que nos motivan a seguir
fumando.
Ahora bien, ¿Qué es
lo que realmente produce la adicción al tabaco? La nicotina. La respuesta, a todos nos suena. Y es que es esta
sustancia la que libera “sensaciones” que el fumador considera como
“beneficiosas.” De este modo, se cree que el tabaco ayuda a mantener la
atención, controlar el peso o el apetito, o reducir la ansiedad. También, el
tabaco surge como un “acompañante perfecto” en las reuniones sociales,
intensificando los sentimientos de bienestar o relajación que estos momentos
nos proporcionan.
En estas creencias,
encontramos algunos de los motivos que llevan a las mujeres a continuar
fumando, a pesar de todo. Así, las mujeres fuman como fuente de placer y
confort, como medio que les facilite la interacción con otros o para reafirmar
su autonomía y la seguridad en si mismas. Dentro de todas las razones posibles,
son especialmente relevantes, el control del estado anímico y el del peso. De
hecho, existen evidencias científicas que demuestran que muchas mujeres no
intentan dejar de fumar por miedo a ganar peso. Este último punto es especialmente
visible entre las adolescentes, quienes realmente creen que mantener su consumo
regular de tabaco, les ayudará a controlar o a perder peso.
¿Por qué nos cuesta tanto dejar de fumar?
Se han identificado tres factores que pueden obstaculizar
la deshabituación tabáquica en las mujeres:
1) Afrontar el afecto negativo. Las
mujeres afrontan de una forma más pasiva los problemas de cualquier tipo (
laborales, familiares…), siendo la conducta de fumar lo que alivia su estado
emocional, puesto que mejora su estado sin modificar directamente la situación
que provoca el estrés o malestar. Es por ello, que cuando se está intentando dejar de fumar, este estado
provoca muchas más recaídas entre las fumadoras que entre los fumadores.
2) Obtener apoyo social. Las
mujeres lo usan más que los hombres para afrontar el estrés y la ansiedad. En
el caso de una mujer que intenta dejar el hábito de fumar, difícilmente lo hará
sino se siente apoyada por su entorno más cercano.
3) Controlar el peso corporal. Engordar
es sin duda, el aspecto que más nos preocupa a las mujeres cuando decidimos dejar
de fumar. También es el factor clave que puede llevarnos a abandonar nuestro
objetivo.
Desde Clinica Barrachina, sabemos que a pesar
de los obstáculos, es posible dejar de fumar de una forma saludable y efectiva.
Está claro que la voluntad de cada uno y los factores psicológicos y sociales
influyen sobremanera en la modificación de nuestros hábitos, pero precisamente
por ello, la ayuda profesional y seria es la mejor opción para cumplir con
nuestro objetivo. Sentirse bien por dentro y por fuera, siempre merece la pena.
¿No os parece?
¡Feliz día!
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