foto: Gabriele Rigon |
Este mes nuestras ofertas van
encaminadas a la mejora del estado de
nuestra piel. Sin embargo, como el mejor tratamiento siempre es la prevención, hoy vamos a hablaros, de
un factor muy importante para mantener la
salud y belleza de nuestra piel. Es un método totalmente gratuito, súper
sencillo y vital, no sólo para el bienestar de nuestra piel, sino para nuestro
cuerpo y mente, en general. Nos estamos refiriendo, al sueño.
No vamos a predicar aquí la cantidad de horas que se debe dormir por día,
pues eso depende mucho de cada persona. Hay personas que con tan sólo 5 horas
de sueño, se sienten bien y otras, necesitan 9 o 10 horas. Como en casi todo en esta vida, lo beneficioso
no es la cantidad sino la calidad del sueño que disfrutamos cada noche.
Al margen de todo ello, lo que nos interesa tratar en este post, es cómo la
calidad de nuestro sueño influye en el estado de nuestra piel. Porque la verdad
es que lo hace y mucho. Existen múltiples estudios e investigaciones científicas
que sostienen que la falta de sueño
produce radicales libres que causan el envejecimiento
prematuro. En este punto, la piel va perdiendo su brillo y lozanía natural,
tornándose opaca.
Pero, ¿por qué están importante dormir para la piel? Lo es porque durante
la noche el cuerpo aprovecha para eliminar desechos, recuperarse del estrés y
de las obligaciones diarias y es el momento en el que todas nuestras funciones
descansan. Todos necesitamos un respiro, tú piel también y sino se lo das lo
nota. La piel expresa tanto el descanso que le damos como el que no le damos.
Así, cuando no se lo damos, todas las funciones de nuestro cuerpo se alteran y
es la piel el reflejo de dichas alteraciones.
¿Cómo lo expresa la piel? Pues, luciendo opaca, con ojeras (al no eliminar
desechos) y envejeciendo.
Cuando la piel duerme…
El sueño está formado de varias etapas que van desde las más leves hasta
las de sueño profundo donde la relajación es máxima.
En un primer momento, cuando alguien va a dormir, tiene un sueño
superficial. En este periodo, el cuerpo todavía no se ha relajado totalmente, y
por ello, no se inicia aún la regeneración de tejidos. Tras este sueño ligero,
se sucede un intervalo en el que la persona entra en el sueño profundo, también conocido como etapa REM (Rapid Eye Moviment).
En él, las ondas cerebrales se hacen más lentas y el cuerpo descansa
totalmente. Por ello, es durante esta fase cuando se dan muchos de los procesos
químicos necesarios para el cuerpo, como la digestión de la comida o el
refuerzo de los huesos. Así, en la etapa REM se sucederán toda la serie de
fenómenos indispensables para la piel.
En este tramo del sueño, hay un aumento de la secreción de la hormona del crecimiento (HGH). Esta
hormona producida por las glándulas
pituitarias (hipotálamo) es la encargada de la regeneración de las células.
En los niños y jóvenes se libera durante el día y la noche, pero en los
adultos, tan sólo aparece mientras se duerme. Por ello, si no se descansa, esta
hormona no se liberará, evitando así, la regeneración celular. De hecho, la ciencia afirma el efecto de esta
hormona sobre el rejuvenecimiento.
Otro de los procesos que se activan en la fase de sueño profundo, es la oxigenación, ya que en este periodo
la respiración se hace más lenta y relajada, de modo que llega más oxígeno a
las células del cuerpo. Además, también se ha demostrado que mientras se
duerme, se liberan los radicales libres, los principales agentes que causan el
envejecimiento cutáneo. Asimismo, en el organismo se incrementa la creación de
la elastina y el colágeno, dos sustancias que otorgan la tersura y la
elasticidad necesaria para tener una piel bonita y brillante. Por último, y no
por ello menos importante, se produce un relajamiento de los músculos de todo
el cuerpo, incluidos también los faciales.
foto: spineadapta |
Teniendo en cuenta todo lo anterior, estamos más seguros de afirmar que la persona
que trasnocha frecuentemente, ya sea por trabajo, placer o sencillamente por no
poder dormir, tiene más probabilidades de sufrir el envejecimiento prematuro de
su piel y otros problemas de salud relacionados.
Así que ya sabéis,
amigos y amigas, el sueño es el espejo en el que se mira nuestra piel y al mismo
tiempo, nuestra piel es el reflejo de nuestro sueño. Si éste es el adecuado, soñar
con una piel más bonita y sana se convertirá en toda una realidad.
¡Feliz fin de semana y
felices sueños!
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