jueves, 10 de mayo de 2012

Ortorexia, cuando la comida sana hace daño



Mucho se ha hablado de trastornos alimenticios como la anorexia o la bulimia. Sin embargo, en los últimos años, hemos comenzado a hablar de una nueva enfermedad relacionada con la alimentación. Este es el caso de la Ortorexia, problema que vamos abordar en el post de hoy. 
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La Ortorexia nerviosa es un término acuñado por Steven Bratman, médico especialista en terapias alternativas, que se interesó por investigar las causas y consecuencias de esta obsesión patológica por la comida sana. Llegó, incluso, a publicar un libro bajo el título, "Health Food Junkies", en el que indentificaba los principales síntomas de la ortorexia nerviosa y daba consejos para tratar de superarla.
El término Ortorexia proviene de la palabra griega, ρθός”, “orthos”, lo que literalmente significa “apetito correcto”.
Bratman siempre sostuvo que la ortorexia es una obsesión perjudicial para la salud, llegando a compararla, incluso, con el trastorno obsesivo-compulsivo. La idea de este profesional era que, si bien las personas que padecen esta patología, siguen una dieta saludable, rica en alimentos beneficiosos para su organismo, también restringen ciertos alimentos considerados esenciales para el correcto funcionamiento del mismo, como son, por ejemplo, las grasas y los productos de origen animal como la carne.
Los ortoréxicos normalmente no son conscientes de que tienen un problema, ya que se sienten muy orgullosos de llevar un tipo de alimentación basada en “alimentos sanos”. No obstante, se olvidan de que están desequilibrando completamente su dieta al eliminar de forma drástica alimentos que no son prescindibles de ningún modo. El resultado sorprende por lo paradójico que es. Los enfermos de ortorexia acaban llevando una mala alimentación que, en los casos más extremos, les puede llevar hasta la desnutrición.

¿Cómo es un ortoréxico/a?

 

Los ortoréxicos/as son personas cuya vida gira en torno a lo que comen. Esto les lleva a invertir la mayor parte de su tiempo en su alimentación, dejando de lado otras actividades, hasta el punto de aislarse socialmente. 

 

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Este modo de conducta deviene, en lo que el doctor Bratman, describe como comportamiento obsesivo-compulsivo. El mayor problema de las personas que padecen esta enfermedad reside en su mente, es pues, una dolencia psicológica. Su mente les dicta qué comer y cómo hacerlo, estableciendo reglas que llevan a estos enfermos a suprimir cualquier tipo de alimento que no sea considerado “saludable”. De esta forma, ellos mismos van creándose sus propias reglas alimenticias y es por ello, que acaban por tener concepciones diferentes de los alimentos. 
Teniendo en cuenta todo ello, puede asaltarnos una pregunta lógica, ¿cuál es la diferencia entre un ortoréxico y un anoréxico? Ambos padecen una obsesión que proviene de una patología obsesiva, pero la diferencia está en el objetivo final de la conducta de cada uno. Así, el anoréxico restringe todo tipo de alimentos con el objetivo de estar delgado, mientras que el ortoréxico lo que persigue es estar sano. Es decir, el primero se obsesiona con la cantidad y el segundo, por la calidad del alimento que ingiere.

Síntomas y consecuencias de la obsesión por la comida sana


Los síntomas principales son los que ya hemos descrito, obsesión con la alimentación saludable, que lleva a excluir de la dieta diaria, las carnes, grasas, alimentos tratados con herbicidas o pesticidas, los cambios en el comportamiento de la propia persona, no sólo alimenticios, sino también en su forma de relacionarse socialmente (por ejemplo, dejar de salir a cenar con amigos por miedo a ingerir alimentos “poco sanos”) y sentimiento de culpabilidad cuando caen en la tentación de los “alimentos prohibidos”.
Las consecuencias más graves son la desnutrición e incluso,  la muerte por inanición
El tratamiento de este tipo de enfermedad psicológica debe abordarse desde distintas perspectivas médicas para poder conseguir la rehabilitación total del paciente. Éstas incluyen, la corrección de las posibles complicaciones orgánicas causada por la restricción drástica de alimentos, la rehabilitación nutricional y la recuperación de las pautas normales de alimentación así como el estudio de los posibles problemas psicológicos, familiares y sociales que presente cada enfermo.

En Clínica Barrachina ya sabéis que apostamos por llevar una vida equilibrada que nos permita sentirnos bien por dentro y por fuera. Todo lo que nos lleve a un desequilibrio tanto emocional como físico, puede tener consecuencias muy graves para nuestra salud.
Creemos que el equilibrio lo encuentra cada uno dentro de si mismo. No siempre es fácil ya que el bombardeo al que nos someten todos los días en la televisión, las revistas y la publicidad, nos lleva a no saber distinguir muy bien lo que es “bueno” de lo que es “malo”, llevándonos a malinterpretar mensajes que pueden desembocar en trastornos como la ortorexia.
El mejor consejo es aprender a escucharnos porque sólo a través de la escucha activa, lograremos conocernos a nosotros mismos, aceptarnos y encontrar esa paz y bienestar interior que nos permita vivir tranquilos y satisfechos, alejados de fobias y obsesiones.

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