viernes, 18 de mayo de 2012

Adelgazar usando la imaginación


Puede ser sorprendente, pero así lo sugiere un estudio realizado por la Universidad de Carnegie Mellon en Pittsburgh (Estados Unidos) y publicado por la revista Science.

El grupo de investigadores de dicha universidad realizó una serie de experimentos en los que algunos de los participantes tenían que imaginar cómo comían grandes cantidades de un alimento concreto. Para las pruebas se emplearon chocolate y queso. La hipótesis que los investigadores barajaban es que si una persona se imagina ingiriendo un alimento, esta construcción mental del acto de comer, podría desembocar en un menor consumo del mismo.

Este estudio se basa en lo que se conoce como habituación, es decir, la disminución
en la respuesta ante los estímulos repetitivos. Según explica uno de los autores del estudio, Joachim Vosgerau: “La habituación es uno de los procesos fundamentales que determinan la cantidad que consumimos de un alimento o un producto, lo que nos indica cuándo dejar de consumirlo y en qué momento consumir otro.»

Así, los experimentos consistieron en que se pedía a algunos participantes que se imaginasen a ellos mismos, ingiriendo grandes cantidades de chocolatinas o queso. A otros, en cambio, se les invitaba a imaginarse que comían una menor cantidad de los mismos alimentos. Tras finalizar, los investigadores dejaban un cuenco lleno de chocolate o queso y les daban total libertad para comer la cantidad que quisieran.  

De esta manera, el equipo de investigación llegó a la conclusión de que los participantes que se habían imaginado en primer lugar, comiendo grandes cantidades de dulces o queso, en realidad consumían mucho menos de estos alimentos que los otros participantes.

Los hallazgos de este grupo de científicos pueden ser muy interesantes para evitar la ingesta excesiva de alimentos poco saludables en el caso, por ejemplo, de personas obesas o diabéticas. “Nuestros hallazgos muestran que la habituación no se rige solo por la vista, olfato, oído y tacto, sino también por la forma en que la experiencia del consumo es mentalmente representada. Hasta cierto punto, imaginar una experiencia es un sustituto de la experiencia real.”, aclara Vosgerau.

Teniendo en cuenta esto, la línea divisoria entre imaginar y experimentar quedaría bastante desdibujada. De ser así, estaríamos ante una técnica revolucionaria para tratamientos de adelgazamiento.

Y vosotros, ¿qué pensáis?

¡Feliz finde!

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